Ghost lights ─ Hal.

No se si es que yo era muy tranquilo o hay héroes que tienen un instinto animal y grotesco, pero estaba completamente seguro de que este era uno de esos héroes, o bueno que se hacían llamar héroes, anormales. Con el tan solo simple hecho de observarle la cara a mi contrincante vi como la maldad recorría sus ojos deslizándose por la piel tensa y débil que le cubría. Ese era uno de mis instintos como un Linterna Verde, no se como funcionaba pero yo podía tener el presentimiento de cuando alguna persona estaba llena de maldad por dentro, y no había lugar a duda que aquel chico no era uno de esos.

Me fui acercando levemente mientras la sombra de mi cuerpo se reflejaba en aquel callejón sin salida. La luz del sol ya no penetraba por ahí debido a las altas edificaciones por la cuál nos encontrábamos rodeados. Observé disimuladamente que objetos habían a nuestro alrededor que quizás el usara para atacarme, pero de todas formas no había nada a que temerle, mi anillo es tan poderoso como para resistir los golpes de aquel indigente que lo único que escupía eran palabras estúpidas, y mas aún cuando comenzó a coger aquella expresión infantil de repetir lo que dije en aquel momento. "Si claro, amistosa" pasó en mi mente cuando aquel individuo espetó aquella oración. -De moda sera en tu mundo- Le dije arqueando mis brazos al lado de mi cintura. Algo no andaba bien, el chico me había dado a entender que el que sostenía en sus brazos era un villano, pero la verdad es que no tenía pinta alguna de serlo, mas bien el si. ¿Felicitarme por llegar a salvar? Por favor, ya estaba cansado de escuchar esas palabras por los ciudadanos, pero en ese instante no eran mas que una oración para alargar la conversación y ocultar la verdadera razón por la cuál el atacaba a aquel mendigo.

En el momento en el que el chico soltó a la victima este empleo una oración diciendo que el tercer individuo estaba planeando planes de robos. Si fuese verdad ese no era la forma de detenerlo, había que darle un castigo mejor, la cárcel o lo que la policía quisiera hacer con el, pero no asesinarlo con dagas, eso ya vendría siendo un villano. En cambio el chico de cabello rizado aun sostenía la daga en su mano, todo ese tiempo la tenía ahí, tanto así que llegué a pensar que era parte de el, que loco. Sin mas que esperar me acerqué al chica rápidamente cuando este se dirigió hacía mi con aquellas palabras. Era momento de atacar. Acomodé rápidamente mi traje que me apretaba un poco y fui corriendo hacía él hasta llegar de cerca y apuntarle con mi anillo. -Yo te lo advertí- Le dije, quizás si el me hubiese hecho caso no tendría que realizar la acción de ataque. En cuestión de segundos hice aparecer varias dagas verdes en el aire apuntándole a mi contrincante. Empujé mi puño hacia adelante esperando que el no esquivara mi ataque.